LEY DE EFECTO Y EJERCICIO
La ley del efecto busca generar una conducta o aprendizaje a través de estímulos positivos posteriores, es decir, se trata de acompañar el proceso de aprendizaje con estímulos que sean placenteros para el educando, conllevando a una asimilación significativa del conocimiento.
La ley de ejercicio por su parte pretende reforzar las conductas o aprendizajes a través de la reiteración del estímulo satisfactorio, es decir, cuanta más ejercitación haya entre la acción y el estímulo, mayor será la respuesta y la aprehensión del nuevo saber.
Estas leyes cobran importancia en el ámbito educativo ya que posibilitan la fundamentación de diversas teorías pedagógicas basadas en la dicotomía estímulo-respuesta o en el caso específico de la ley de ejercicio que posibilita el estímulo-respuesta-refuerzo. Estas teorías, sin embargo, desconocen otros agentes fundamentales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, como lo cognitivo, pero de igual forma aportan elementos valiosos a la hora de un “metaconocimiento” que permita elaborar modelos fundamentados en los análisis propuestos por dichas leyes.
EJEMPLIFICACIÓN DE OTRAS LEYES
Ley de aprestamiento:
Cuando un niño desescolarizado ha visto a sus hermanos ir a la escuela y él desea hacerlo también, cuando llegue el momento lo asumirá con agrado (siempre y cuando no se encuentre con un estímulo que vaya en contra de su predisposición).
Ley de Pertenencia:
Un docente que utiliza como metodología para su área el dictado, difícilmente logrará que sus alumnos prendan lo copiado o sientan algún tipo de motivación o pertenencia por la información registrada en su cuaderno.
Ley de estimulación simultánea:
Se presenta por ejemplo en el momento en que se emplea determinada metodología en clase que exige varias respuestas frente a diferentes retos que se le imponen al alumno, caso concreto cuando se pide realizar una obra de teatro de un tema como la literatura prehispánica, el educando deberá ofrecer una respuesta física desde la actuación y otra cognitiva desde los diálogos del personaje, llevándolo así a un apropiación del tema que conlleva a un aprendizaje significativo.
La ley del efecto busca generar una conducta o aprendizaje a través de estímulos positivos posteriores, es decir, se trata de acompañar el proceso de aprendizaje con estímulos que sean placenteros para el educando, conllevando a una asimilación significativa del conocimiento.
La ley de ejercicio por su parte pretende reforzar las conductas o aprendizajes a través de la reiteración del estímulo satisfactorio, es decir, cuanta más ejercitación haya entre la acción y el estímulo, mayor será la respuesta y la aprehensión del nuevo saber.
Estas leyes cobran importancia en el ámbito educativo ya que posibilitan la fundamentación de diversas teorías pedagógicas basadas en la dicotomía estímulo-respuesta o en el caso específico de la ley de ejercicio que posibilita el estímulo-respuesta-refuerzo. Estas teorías, sin embargo, desconocen otros agentes fundamentales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, como lo cognitivo, pero de igual forma aportan elementos valiosos a la hora de un “metaconocimiento” que permita elaborar modelos fundamentados en los análisis propuestos por dichas leyes.
EJEMPLIFICACIÓN DE OTRAS LEYES
Ley de aprestamiento:
Cuando un niño desescolarizado ha visto a sus hermanos ir a la escuela y él desea hacerlo también, cuando llegue el momento lo asumirá con agrado (siempre y cuando no se encuentre con un estímulo que vaya en contra de su predisposición).
Ley de Pertenencia:
Un docente que utiliza como metodología para su área el dictado, difícilmente logrará que sus alumnos prendan lo copiado o sientan algún tipo de motivación o pertenencia por la información registrada en su cuaderno.
Ley de estimulación simultánea:
Se presenta por ejemplo en el momento en que se emplea determinada metodología en clase que exige varias respuestas frente a diferentes retos que se le imponen al alumno, caso concreto cuando se pide realizar una obra de teatro de un tema como la literatura prehispánica, el educando deberá ofrecer una respuesta física desde la actuación y otra cognitiva desde los diálogos del personaje, llevándolo así a un apropiación del tema que conlleva a un aprendizaje significativo.
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